Y ENTONCES VOLVIÓ LA LUZ
Y entonces volvió la luz
los objetos habían guardado silencio
para que mi pena no los destruya a su
paso
y ahora, despabilados por mi risa,
desplegaban sus colores y sus formas
jocosos arlequines dispuestos
a seguirme el juego.
Entonces volvió la luz
no sé si fue el amarilleo del cielo de las seis treinta
o ese pasaje de lectura que me encendió la boca
o la comunión del mate y mis alpargatas yendo viniendo
pero volvió la luz
tranquila, sin piruetas, sin toctoc
volvió y me desparramó la vida encima
fue como si nunca se hubiera ido.
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