VELAR EL TRAUMA
Velar acompañar lo muerto hasta soltarlo. Comprobar. Velar
esconder lo muerto detrás de un cajón o una mentira. Tapar. Lo ceremonial del
rostro de una madera o de un velo virginal. La carne detrás. Irremediable
sangra se pudre. Tiene olor. Fantasma. Velo fantasma abrazado a los propios
huesos. Velo compañero. Segunda piel. Fascia de silencio sobre el gran órgano
de la palabra. Órgano acorazado.
Ese velo embellece y genera una capa sutil sobre el mundo un
filtro. Ese velo ahoga. La carne detrás pegada esperando. Lo blanco oscurece.
Como una fotografía velada de luz. El conocimiento también es un pinchazo. La
sangre mancha el límite lo revela ilusorio. Destapa el fantasma. Lo desvela lo
venga lo hace venir. Velar el trauma un
acto de desprotección. Parir o ser parido. Romper la bellísima jaula porque
detrás la carne. Irremediable respira se enciende. Lo negro aclara. Te miro
entonces.
Texto inaugural para la muestra de fotografías de Ayesha Marin
realizada en En Eso Estamos el 20/04/19