viernes, 21 de diciembre de 2018

ADENTRO



Adentro. Departamento tres ambientes. Una puerta cerrada desde hace años. Estufa encendida. Verano. El microondas suena tres minutos después de encendido. Un pequeño foco titila. Lo hace un par de veces. Ya no lo hace. Ya no. La ventana. Cortina barata rasgada. Algo en la ventana. Atardece. Ya de noche no se oye un alma. Remolinos de pelo se acercan a la puerta e intentan pasar por debajo. Llegar hasta el otro lado. Una puerta cerrada desde hace años. Timbre. Último mechón de pelo pasando por la bisagra. Bisagra podrida. Timbre. Timbre. Timbre. Son muchos departamentos en el interior de la pirámide. Si descuelga el auricular, le dirán: hola, ¿está Samuel? No, no, no vive acá. Perdón, me equivoqué. Timbre. Timbre. Hola, ¿está Samuel? No vive. Acá. ¿Hola? Timbre. Timbre. Timbre. La ventana. Algo sigue en la ventana. Titila la luz del microondas. ¿Samuel? Luis, ¿es usted? Algo queda en la ventana. El resto ya está adentro, llegó hasta la cama. ¿Pedimos comida? Timbre. Timbre. Silencio. ¿Se fue? Andá a mirar. Resto. Acá. Timbre. Se fue. Andá. ¿Pidieron comida? La pirámide está hueca en la punta. Nadie sale. Voy a dar una vuelta, le digo. Nadie sale, dice. Dice, voy a dejar los estudios universitarios. Podés hacer un curso. ¿Algo sigue en la ventana? Ya no. Dice que antes habría reído de una frase así. Silencio. Luz que titila. Llegar al otro lado. Llegar al otro. Samuel, pidamos comida. ¿Te fijaste en el microondas? No hay nada. El plato gira hasta que se detiene. La luz titila. Le doy comenzar otra vez. Suena el motorcito. Si suena es porque anda bien. Qué alivio. Vacío. El alivio del vacío. ¿Rocío? No, vacío. El roce del dedo en el botón. Alguien en la ventana. Algo entre nosotros. Un triángulo: la ventana, algo, nosotros. O nada. Voy a salir, a hacer a algún entrenamiento. ¿Vas a traer comida? No sé si vuelvo, le digo. El día que se encuentra una salida no se vuelve más. ¿Para qué? ¿Soy yo en la ventana? Andá a mirar. Puedo ser yo que me quedé afuera. Mirar afuera. Desde lejos. Desde la ventana. ¿Para qué? Ya. La luz titila. Timbre. Dice, voy a dejar. Voy a dejar los estudios universitarios.


Texto improvisado a cuatro manos 
con Emmanuel Milwaukee, primavera 2018
Fotografía cortesía de Julieta Marra


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